Testimonio Joven de la Comisión Joven Inclusiva – Angie Venegas.

Soy Angie Venegas tengo 26 años soy colombiana y estoy en Argentina desde hace 7 años, soy técnico en seguridad e higiene y mesera de un bar.

¿Cuál es tu trabajo actual?

Trabajo de camarera en 878 Bar

¿Por qué te interesa este trabajo y cómo iniciaste en él?

Yo trabajo en gastronomía desde los 15 años así que el servicio al cliente y la venta son mis puntos fuertes, al llegar a Argentina sin conocidos para buscar trabajo empecé a vender café con un changuito en el barrio San Cristóbal, ahí empece a hacer amigos, cuando llegó el verano la venta de café bajo y decidí buscar otro trabajo, preguntando a los nuevos conocidos, un vendedor de instrumentos musicales me indico que en una pizzeria estaban buscando mesera, fuí a APICIO y al otro día empecé a trabajar, Apicio fue y será mi segundo hogar, un lugar en el que aprendí modismos Argentinos, como encajar acá, al ser una pizzería de barrio no me brindaba oportunidades de crecimiento pero me permitió iniciar la carrera de seguridad e higiene en la UTN de manera virtual. Después de 4 años una amiga Julie, quién trabajaba en 878 me comentó que buscaban mesera, me habló del sueldo, tener dos francos, las capacitaciones y demás atributos de este lugar, hice la prueba y pase a ser parte de este hermoso equipo, en dos años he aprendido mucho sobre vinos, destilados, coctelería, gastronomía, servicio y sobre todo el trabajo en equipo, hizo que me apasione la gastronomía y el mundo gigante que incluye.

¿Tenías un trabajo o tareas distintas antes de la pandemia?

No, continúo con mis actividades normales aunque le sumé el dar capacitaciones en materia de riesgos y prevención del coronavirus a 4 bares y restaurantes en CABA.

¿Con qué problemas tratas ahora?

Considero que el mayor problema con el que trato es la incertidumbre igual que el resto de las personas. El no saber qué va a pasar en cuanto a la economía, cuál es el futuro de la gastronomía ya que es unos de los sectores más afectados por la pandemia.

¿Qué tan drástico fue el cambio en tus hábitos por la aparición del virus?

Yo se que la presencia del virus es un riesgo, pero también conozco la manera de minimizarlo por lo tanto sumé hábitos que no existían en mi vida como el uso del barbijo, el lavado de manos MUY frecuente y la desinfección de objetos de uso común, pero aplicando esto logró mantener la calma y no pasar a la obsesión, el pánico es un factor muy negativo en estos momentos.

Tus compañeros de trabajo ¿Son conscientes del escenario actual? ¿Toman medidas al respecto? ¿Y tu empresa?

En el bar mis compañeros son conscientes y sienten el temor que esta pandemia causa, temor por sus familias y seres queridos, adoptan en su mayoría las recomendaciones dadas y procuran tener el mayor cuidado posible no solo por ellos mismos sino por que manipulamos alimentos que tendrán contacto con cientos de personas a quienes también procuramos cuidar.

Cuento con la ventaja de pertenecer a una empresa que se preocupa por la seguridad de sus empleados, ofrecen los elementos necesarios para cuidarnos, puedo capacitar a mis compañeros y ayudar a generar conciencia en cuanto a la dimensión del problema, en su mayoría se muestran muy cuidadosos e interesados en aprender.

Desde tu perspectiva: ¿Qué problemas observas en el trabajo?

Principalmente el cambio de hábitos, es muy difícil cambiar algo que llevamos haciendo de cierto modo por muchos años, pero es un transición por la que debemos pasar para avanzar, en estos momentos en cuestión de horas cambia todo el panorama y debemos tomar medidas al respecto, debemos reinventarnos y adaptarnos, de la necesidad surge la creatividad, lugares que nunca pensaron hacer delivery por su cocina gourmet ahora lo están haciendo, bolsas selladas al vacío para que calientes tu comida en casa, cócteles servidos en botellas para completar con hielo, restaurantes que se vuelven almacenes vendiendo conservas y pan casero, la compra futura, son cambios necesarios en tiempo de crisis, otro problema es la cuestión económica, en donde hay lugares que llevan dos meses con ingresos mínimos o sin ellos, debemos pensar en las alternativas más económicas pero eficientes para el cuidado de la salud, la gastronomía es una cadena de agricultores, productores, proveedores, transportadores y demás que está siendo alterada y regenerarla va a ser un camino difícil, es un negocio que trabaja con el día a día y ha sido un golpe bastante fuerte, se estima que el 20% de los restaurantes cierren sus puertas definitivamente, es una noticia muy triste.

¿Qué cambios crees que son viables para que los centros gastronómicos bares, restaurantes, cafeterías, etc. Vuelvan a su actividad de manera segura para los comensales?

Antes de realizar cualquier acción para iniciar la actividad lo más importante es brindar capacitación a todos los empleados, determinar los protocolos en cada puesto de trabajo, cómo realizar cada tarea de manera segura y proveer los elementos de protección personal adecuados, después debemos asegurar que los comensales actúen de manera segura también utilizando señalización adecuada, poner a disposición jabón y alcohol en gel suficiente, delimitar zonas, acomodar el salón de manera que se mantenga el distanciamiento social y brindando un servicio que acompañe el cuidado como evitar el uso de sorbetes, que se usen servilletas descartables brindadas en cantidad suficiente por comensal o de tela debidamente higienizadas, la vajilla y cristalería debe lavarse a temperaturas mayores a 80° y fajinarse con alcohol al 70%, llevar los cubiertos a la mesa con envoltorios para evitar su manipulación, no servir platos para compartir, los objetos que estén en las mesas deben ser los estrictamente necesarios, retirarlos cuando no se usen más y proceder a su sanitización, todo acompañado de una correcta manipulación de alimentos, control de temperaturas de los mismo y ante todo la concientización del personal.

¿Cuáles crees que son los nuevos desafíos que te vas a encontrar al retomar las actividades habituales?

Somos seres sociales y el distanciamientos es un gran desafío, estar alejados de los comensales y de nuestros compañeros va a ser difícil, otro desafío es tener confianza, todos los que estamos en el establecimientos debemos confiar de que nuestro compañero está haciendo las cosas bien, en el transporte o en su casa, confiar en que avise si tiene síntomas o estuvo en contacto con alguien que los tuvo.

¿Cuál es tu mirada global acerca de la situación?

El panorama económico es realmente malo, los lugares que están haciendo delivery cuentan con aproximadamente el 10% de sus ingresos normales, se cerrarán muchas puertas y muchas familias quedarán sin ingresos, pero también veo mucha solidaridad, los empleados nos empezamos a flexibilizar, a realizar tareas para las que no fuimos contratados, todos con el mismo fin hacer que ésto funcione, veo mucho compromiso y como lo mencione antes mucha creatividad, cada día surgen nuevas propuestas, y de esta manera juntos podemos pasar este momento, el apoyo moral que fluye en un grupo de trabajo es necesario ahora, el ver que todos remamos para el mismo lado es la mayor motivación.

¿Crees que los hábitos y la vida volverá a ser exactamente igual a como era antes de la pandemia? 

Absolutamente no, eliminar de la sociedad el miedo al contagio va a costar, esta pandemia implicó un cambio de hábitos, reeducarnos, cuidar nuestra salud y la del prójimo, tener humildad y responsabilidad social, no existe una única forma de volver a la cotidaniedad de antes, vamos a tener que autocuidarnos y no pretender dar el 100% el primer día, no es correcto comportarnos como si todo fuera igual que antes ya que no lo es, las personas que tuvieron que luchar con enfermedad propia o de sus familiares pasaron por un momento grande de ansiedad y presión que debe ser tratada con comprensión del entorno, pasaremos de ser un mundo individualista a pensarnos como comunidad.

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